Para logra una mejor gestión del agua de escorrentía, se ha de considerar que es parte de la gestión municipal urbana, por lo que ha de integrarse dentro de ésta y ser tenida en cuenta en las fases iniciales del desarrollo urbanístico.
Algunas de las formas en las que se puede mejorar el tratamiento de la cantidad y de la calidad de las aguas de escorrentía urbana, son:
Control del planeamiento urbanístico
Prevenir los problemas es mucho más eficiente y rentable que intentar corregirlos después. Bajo esa máxima ha de funcionar el planeamiento urbanístico, que debe incluir las medidas necesarias para evitar futuros problemas relacionados con la escorrentía urbana.
Todos los nuevos planes de desarrollo (creación de nuevos centros comerciales, parques industriales, bloques de oficinas o de viviendas) y los de reurbanización deben incorporar un sistema integral de la gestión de las aguas de escorrentía urbana. Para ello es recomendable seguir los siguientes principios:
- Cada porción de terreno es parte de una cuenca más grande que ha de tenerse en cuenta en la planificación, ya que una gestión individual de una urbanización puede tener consecuencias negativas en otra situada aguas abajo. Es por ello que la cuenca ha de verse como un ente global en el desarrollo urbanístico.
- El sistema de gestión de la escorrentía urbana debería imitar y utilizar las características y funciones de la escorrentía que se produce en el medio natural, que generalmente está libre de costes y mantenimiento. Cada lugar posee unas características naturales que contribuyen a la gestión de la escorrentía en las condiciones ya existentes. Esas características pueden ser cauces de drenaje natural, depresiones en la superficie, humedales, suelos altamente permeables, vegetación y demás elementos que facilitan la infiltración y pueden ayudar a controlar la velocidad de la escorrentía, prolongar el tiempo de concentración, filtrar sedimentos y otros contaminantes y reciclar nutrientes. Y es recomendable que se mantengan en la medida de lo posible en los planes de desarrollo urbanístico.
- Cada plan de desarrollo debe mapear e identificar cuidadosamente todo el sistema natural existente. Y emplear técnicas de ingeniería que se asemejen a lo que hay en el medio para preservar y realzar las características y procesos del lugar, maximizando los beneficios económicos y ambientales. Esto es especialmente efectivo cuando los sistemas de gestión de la escorrentía están integrados en el paisaje. La ingeniería debe emplearse para mejorar la eficacia de los sistemas naturales, en vez de negarla, reemplazarla o ignorarla.
Crecimiento controlado de las ciudades
El crecimiento controlado consiste en poner control sobre el uso de la tierra a través de mecanismos tales como la planificación y las ordenanzas municipales. Los gobiernos locales pueden utilizar estos mecanismos para proteger las zonas más sensibles al desarrollo y localizarlo en aquellas zonas mejor adaptadas para el crecimiento donde es más fácil controlar los impactos asociados con la escorrentía. El control del crecimiento puede ser un proceso complejo y debe equilibrar una serie de elementos integrantes del municipio de muy diferente naturaleza, tales como las escuelas, los hospitales y las estaciones de bomberos; los aspectos económicos, las leyes locales y las ordenanzas; los efectos secundarios del crecimiento tales como el aumento del tráfico y las concentraciones de la población en ciertas áreas; y la disponibilidad de los servicios públicos como el servicio de agua potable y el tratamiento de aguas residuales. Pero con una planificación cuidadosa y estudiada, el crecimiento controlado puede ayudar a reducir los impactos asociados con el desarrollo de un área.
Minimizar las áreas impermeables y reducir la compactación del suelo
Minimizando la cantidad de superficies impermeables que se generan en cada nueva ampliación urbanística, se puede reducir considerablemente el volumen de escorrentía urbana. Existen muchas formas para reducir las superficies impermeables, como serían éstas propuestas por la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos, la EPA:
- Limitar el número, longitud y radio de los callejones
- Promover la implantación de pavimentos permeables en las nuevas calles
- Reducir el ancho en las nuevas calles proyectadas
- Colocación de aceras solamente en un lado de la calle
Fuente: http://www.iagua.es/